El viernes a las 11 de la noche en Central…
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La fiebre y el éxito de la app ‘Pokémon Go’ amenaza con colapsar sus servidores
77 19 julio, 2016El viernes a las 11 de la noche en Central Park, Nueva York (Estados Unidos), decenas de personas corrían hacia el interior del parque, abandonando sus vehículos en la carretera y sin mirar atrás. El motivo no era otro que la aparición de un Vaporeon, un Pokémon especial y muy difícil de conseguir, en el recinto. Una imagen que representa a la perfección la fiebre que se ha desatado en el mundo real por cazar estas criaturas en el mundo virtual. Este alud de jugadores llegados de todo el mundo —ya está en más de una treintena de países— ha provocado algo previsible: la caída de los servidores de Pókemon Go. Los servidores del desarrollador del juego, Niantic, no han podido soportar los más de 21 millones de usuarios que quieren entrar a la aplicación al mismo tiempo. Un número récord que en Estados Unidos ya ha superado en uso a Instagram o WhatsApp. Y todo en apenas 10 días.
«Niantic se encuentra ahora con un gran problema al que debe dar solución. O bien empieza a instalar nuevos servidores o idea una estrategia para acumular a los usuarios sin que estos se saturen», explica Alfonso Gómez, director del Fun&Serious Game Festival, uno de los eventos de videojuegos más importantes de Europa. La primera solución tiene la complicación de que hay que habilitar estos servidores en puntos físicos donde el desarrollador sitúa los ordenadores que procesan la información; por lo que es más lenta y compleja, ya que no se puede hacer a gran escala.
Además, hay que tener en cuenta, explica Gómez, que Niantic —que abandonó Alphabet, la compañía madre de Google, el año pasado— no es una gran empresa o multinacional, como otros grandes desarrolladores como Electronic Arts o Activation. Por lo que, para hacer frente a estos problemas no cuenta con un equipo de centenares de personas. «Al final Nintendo tendrá que salir a hacer frente a esta crisis y apoyar con toda su envergadura a Niantic, porque este videojuego es su gran apuesta, donde está en juego su imagen de marca y su gran franquicia: los Pokémon», sostiene Gómez.
Éxito por sorpresa
La falta de conexión continua ha provocado las quejas de centenares de usuarios que han incendiado las redes sociales. Hasta el punto de que la compañía se ha visto obligada a realizar varios comunicados en su perfil oficial de Twitter para calmar los ánimos. En todos ellos asegura estar trabajando en mejorar el funcionamiento general del videojuego. Lo que demuestra una de las teorías más comentadas entre expertos y usuarios: el éxito de Pokémon Go ha pillado a Niantic por sorpresa. «Ni la propia empresa se esperaba la brutal acogida que ha tenido el videojuego en todas partes del mundo. Propiciada principalmente por el target tan grande de público al que han llegado: desde jóvenes a mayores», explica Gómez.
Cuando el videojuego móvil llegó a Estados Unidos, el 8 de julio, justo después de Nueva Zelanda y Australia, se detectaron los primeros problemas de conexión, Niantic retrasó la salida global del juego por miedo a un colapso. Sin embargo, el lanzamiento escalonado tampoco ha dado los resultados previstos. El fenómeno fan ha podido todavía más.
En España, donde se lanzó el 15 de julio, a la vez que en Italia y Portugal, ha sufrido problemas de funcionamiento y de conexión desde prácticamente el mismo día de su lanzamiento. Estos inconvenientes se acrecentaron durante todo el fin de semana: tanto el sábado como el domingo el juego estuvo sin conexión durante más de cuatro horas seguidas y en varias ocasiones. Algunos seguidores apuntan a que puedo deberse a que el sábado fue la fecha de desembarco del juego en prácticamente todo el continente europeo: se podía descargar oficialmente en 25 países más. La falta de conexión del domingo se achaca a la llegada de los jugadores de Canadá. Pero, sin entrar en hipótesis, la consecuencia está clara: la experiencia de jugar a Pokémon Go dista mucho de ser fluida y continua. Los paros y los cierres de sesión forzosos se han convertido en una técnica habitual del juego.
Ya el pasado 12 de julio, DataCenterDynamics, una publicación especializada en el negocio de los centros de datos avisaba de que Google Cloud, la infraestructura sobre la que está Pokémon Go, estaba bajo una carga fortísima a causa del nuevo videojuego. Una de las razones de estos es que el videojuego requiere de conexión permanente a sus servidores para mantener siempre actualizado el posicionamiento de los elementos del juego en el mapa. De estar offline, o de no tener una conexión constante, el jugador no podría, por ejemplo, capturar pokémones al mismo tiempo que sus amigos.
Objetivo: no morir de éxito
Con todos estos parámetros en juego, Niantic se enfrenta ahora a un reto: absorber todo su nivel de tráfico sin perder seguidores. La necesidad de encontrar un equilibrio entre expandirse geográficamente por fases (garantizando así la sostenibilidad técnica del servicio) y la de intentar aprovechar al máximo el desmesurado éxito viral de Pokémon Go antes de que la ola de la moda comience perder fuerza. Lograr este equilibrio puede suponer el triunfo o la debacle del videojuego y de sus desarrolladores.
«Niantic tiene que demostrar ahora sí es capaz de mantener un éxito a largo plazo, como consiguieron otros juegos móviles, como Angry Birds o Candy Crush, o si se va a quedar en una moda de un día», sostiene Gómez. Este experto localiza varios factores que pueden facilitar la llegada de Pokémon para quedarse: la marca Pokémon, la facilidad de juego desde el móvil, la novedad de interacción con el mundo real y su nueva narrativa emergente que permite construir la historia que el usuario quiere.
‘Pokémon Go’, objetivo de ‘hackers’
Dos grupos de hackers han reivindicado la autoría de la caída de los servidores, aunque la empresa no ha confirmado que sea cierto. Uno de ellos, Poodle Corp ha asegurado a través de Twitter ser el culpable, mientras que OurMine lo ha hecho a través de un comunicado en su página web.
Este último grupo de ciberdelincuentes es conocido por hackear las cuentas de líderes de tecnología y celebridades. Algunas de las últimas cuentas que fueron secuestradas fueron las de Jack Dorsey, presidente ejecutivo de Twitter, y Sundar Pichai, presidente ejecutivo de Google, de quienes el grupo aprovechó una brecha de seguridad en cuentas relacionadas (Vine y Quora, respectivamente).
En su comunicado, el grupo de hackers amenazaba con no parar de lanzar ataques hasta que representantes del videojuego se pusieran en contacto con ellos: «¡Nadie más podrá jugar a este juego hasta que Pokémon Go nos contacte en nuestra web para enseñarles cómo protegerse!». OurMine ha hecho hincapié en que el objetivo de estos ataques es contribuir a la seguridad del videojuego móvil.
Pokémon Go ya con más de 20 millones de usuarios en todo el mundo puede convertirse en un gran objetivo de estos grupos de ciberdelincuentes, debido a la ingente cantidad de emails y usuarios registrados en su base de datos. Un aspecto que podía haberse vuelto todavía más problemático cuando el videojuego requería acceso completo a los datos de Google del jugador para poder registrarse. Estos permisos se modificaron al cabo de una semana después de las quejas de expertos y usuarios.
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