Universidad de Jóvenes Emprendedores y Creativos

osé Barros Alonso, profesor de Geografía e Historia de Secundaria y Bachillerato en el Colegio El Valle-Valdebernardo de Madrid, recurre al cine para facilitar el aprendizaje de la historia de España de su alumnado. Estas son las películas que recomienda a los estudiantes de 2º de Bachillerato para prepararse de cara a la EBAU.

La selectividad presenta un reto para todos los alumnos del último año de Bachillerato. El escaso tiempo que tenemos los profesores para impartir todo el temario, la presión a la que están sometidos y la obsesión por conseguir la nota deseada se combinan cada año.  

A todo esto, debemos sumar que los alumnos de Historia de España deben demostrar madurez y una amplia cultura general cuando se enfrentan a un comentario de texto o al análisis de una fuente histórica, ya sea una fotografía, una caricatura o un grabado de los s.XIX o XX.

Con cine

Una posibilidad de ampliar esa cultura general nos la aporta el séptimo arte. Las películas históricas expuestas a continuación nos sumergen en la vida de las personas que vivieron diferentes conflictos explicados fríamente enlos libros de Historia de España.

Para el estudio del s.XIX:

Los últimos de Filipinas (2016, Dir. Salvador Calvo)

En los libros nos referimos principalmente al descalabro militar en la batalla naval de Santiago de Cuba, donde se plasmó la evidente decadencia del otrora Imperio Español. En esta película, situada en 1898, se pone de relevancia la imposibilidad práctica de controlar un ‘imperio’ tan extenso con los medios disponibles y la resistencia inútil de un conjunto de militares que no son capaces de asumir que la guerra ha terminado, puesto que no llegan noticias fiables desde la Metrópoli.

Para el estudio del s.XX: 

La Vaquilla (1985, Dir. Luis García Berlanga)

La Guerra Civil española dejó heridas que tardan en cicatrizar. Mucho se ha escrito sobre el tema y hay diversas películas sobre este periodo histórico. Elijo este largometraje porque muestra la dureza de una guerra fratricida con un toque de humor negro sin entrar en política ni ahondar en buenos o malos. 

Debemos recordar que los alumnos de selectividad han nacido en el s.XXI y son sus bisabuelos los que lucharon en esta guerra, por lo que para ellos, no es más que otro momento histórico lejano, no muy diferente a las Guerras Carlistas o las Germanías.

Estas dos películas muestran cómo fue la sociedad española de los s.XIX y XX. Sin embargo, debemos recordar que un alumno de Bachillerato debe llevar un bagaje a selectividad mayor de lo que unas preguntas concretas representan.  25 Opiniones La Vaquilla (1985, Dir. Luis García Berlanga)

Para el siglo XVII: 

El Capitán Alatriste (2006, Dir: Agustín Díaz Yanes)

Representante de Siglo de Oro español. Con personajes como Quevedo y Felipe IV, Alatriste muestra una sociedad en decadencia que contrasta con la grandeza de la literatura que tuvo lugar en esa época. Aunque me decanto más por los libros de Pérez Reverte que por esta película, Viggo Mortensen da vida eficazmente a una leyenda, a todo un veterano de Flandes. Como el propio Reverte llegó a comentar: “Lástima que no haya sido una gran superproducción de Hollywood”.

Para el siglo XVIII:

La Misión (1986, Dir. Roland Joffé)

Uno de las preguntas más frecuentes de los alumnos es la relación que existía entre la monarquía y los jesuitas, por qué les desterraban y luego retornaban a España. En esta película se aborda la característica principal de la colonización castellana: la evangelización. Aunque es antigua, consta de un reparto de lujo y una banda sonora espectacular.

Edad Media y Edad Antigua:

Braveheart y Gladiator

Si hablamos de películas históricas estas dos son imprescindibles. Gladiator la he utilizado en el aula para hablar de la estructura urbana de Roma y el proceso de romanización (punto habitual en las preguntas cortas de selectividad). Por otro lado, Braveheart es el ejemplo escocés en el que me baso para explicar la Batalla de Guadalete y por qué no, comparar el carisma de Don Pelayo en Covadonga con el del propio William Wallace.