Universidad de Jóvenes Emprendedores y Creativos

¿Lo estoy haciendo bien en Linkedin?

72 0 10 diciembre, 2015

Al teclear un nombre y apellidos en la web estadounidense peek you se puede saber si esa persona ha cometido infracciones de tráfico, si tiene litigios judiciales a sus espaldas, su historial de direcciones o divorcios y sus movimientos en redes sociales. En España el acceso a las fuentes públicas es todavía limitado y no se puede quebrantar de esa forma la privacidad, salvo en el último punto. El análisis de lo que cada uno vende de sí mismo en Internet se ha convertido en un rastro muy valioso para los reclutadores.

“Es un análisis silencioso y efectivo”, asegura Álex López, formador de Linkedin en IESE Business School. Él no trabaja a sueldo de esta red social, pero supo ver a tiempo su poder en los procesos de selección en países como Estados Unidos y ya ha formado a más de mil directores de recursos humanos de compañías españolas y a más de 500 en Latinoamérica. Les enseña cómo reclutar en esa plataforma, que cuenta con siete millones de usuarios en España, el 30% de la población activa.

“Sin una cuenta de Linkedin te quedas fuera de las selecciones y con una mal gestionada, probablemente también”, señala López. El 73% de los reclutadores ya utiliza Internet para encontrar a sus futuros empleados, según un informe de Adecco de 2014 en el que consultaron a 1.500 responsables de recursos humanos de todo el mundo.

El usuario no tiene que esperar a que le lancen el anzuelo. Si conoce el funcionamiento de esta red, la puede utilizar para acceder a la empresa deseada. Eso es lo que hizo Miguel Peñate, ingeniero en organización de las TIC de 24 años. Durante sus primeras prácticas en la consultora Accenture, se dio cuenta de que para conseguir un buen puesto hacía falta una estrategia. En lugar de bucear en todas las ofertas de Infojobs, escogió la empresa que le interesaba y mandó un mensaje privado a uno de los empleados para que le asesorase. Logró que le contratasen en Deloitte, donde permaneció dos años.

Su ambición no se frenó ahí; el siguiente paso sería intentarlo con Google. Aconsejado por uno de sus empleados, necesitó más de un año para optimizar su currículum. Experiencia internacional, mejor nivel de inglés y varios cursos -entre ellos uno de Google Analytics- eran las claves para resultar atractivo al gigante tecnológico. “Conseguí que Deloitte me enviara tres meses a Ciudad del Cabo y otros tres a Chicago”, cuenta Peñate. Ya lleva siete meses en su sede de Irlanda.

Linkedin no permite mandar mensajes directos a personas que no han aceptado previamente la solicitud de amistad. Peñate utilizó el mes de prueba en el que la plataforma permite enviar varios mensajes a cualquier usuario de forma gratuita.

Abrir una cuenta en Linkedin no es suficiente para que los llamados net hunters te encuentren. “Su misión es rastrear las redes sociales de los usuarios durante meses para analizar su comportamiento y aptitudes. Cuando la empresa da la orden de contrato, contactan con los elegidos”, cuenta Álex López. Para no quedarse fuera es esencial conseguir un buen posicionamiento (el conocido SEO) y para ello hay que cumplir una serie de normas. Estas son las recomendaciones que propone este experto:

Un buen titular: además del nombre y apellidos, el encabezamiento consta de una frase de entre 120 y 140 caracteres en la que se debe definir la especialidad del candidato. “Tiene que estar muy bien descrito e ir al grano. Hay que ser sincero y no hinchar el cargo que se tiene o se ha tenido”, explica López. La foto tiene que ser profesional. “Un buen truco es echar un vistazo a los perfiles de los empleados de las empresas en las que se quiere trabajar y ver su código. Habrá bufetes de abogados de traje y otros más informales”.

Como imagen de fondo, recomienda escoger una que esté relacionada con la actividad que se quiere desarrollar. Un forma de cerciorarse de que los reclutadores encontrarán al candidato dentro de su ámbito de actividad es fijarse en los perfiles que aparecen en la columna de la derecha bajo el epígrafe los usuarios también vieron. Si son personas con trayectorias similares, es buena señal.

Logros con datos: el apartado extracto es clave. No se trata de contar la historia humana y los valores del candidato, sino sus logros profesionales o académicos con datos concretos. “Hay que detallar proyectos en los que ha participado, resultados de departamentos en los que ha trabajado, premios obtenidos o idiomas que maneja. Consiste en contar en cinco líneas por qué le deberían contratar, en qué ha destacado”. Añadir un documento de algún proyecto concreto, el enlace a un vídeo y añadir a otros miembros del equipo aporta valor.

Crear aptitudes nuevas: hay tres elementos esenciales para el SEO; la definición del cargo en la cabecera, el extracto y las aptitudes. “Son los espacios que más pesan a la hora de realizar las búsquedas. Lo más importante es escoger una o dos palabras clave con las que queramos que nos encuentren y repetirlas, al menos, 15 veces cada una en todo el perfil”, apunta López. El candidato no debe conformarse con las etiquetas que Linkedin ofrece por defecto, sino crear tags propios que definan su actividad o campos de especialización. Dentro del paquete de aptitudes, el experto aconseja abstenerse de seleccionar algunas como Office o Power Point. “Hay que resultar interesante y no obvio. Esos conocimientos no aportan valor añadido”.

Aceptar todas las invitaciones: ¿Es conveniente aceptar todas las solicitudes de amistad? Esta es una de las preguntas más frecuentes entre los usuarios de Linkedin. López es rotundo: sí, cuantos más contactos mejor. “Nunca sabes de dónde puede venir la oportunidad, cualquier sector puede ser interesante”, apunta. “El poder de esta plataforma reside en los contactos de tus contactos”. En caso de dar con algún usuario con un comportamiento impertinente, se le puede borrar y Linkedin no se lo notificará.

Personalizar la URL: en la parte inferior de la fotografía de perfil, aparece la URL del usuario. Junto a esa dirección, se encuentra un botón con forma de estrella. Al seleccionarlo, el candidato tiene la posibilidad de personalizar esa URL. López aconseja eliminar los guiones entre el nombre y los apellidos así como el número que aparece al final. “Así se consigue un mejor posicionamiento en Google”, expone.

En varios idiomas: el perfil debe presentarse en todos los idiomas que maneje el usuario. De esa forma, los reclutadores accederán a las diferentes versiones según el país desde el que realicen la búsqueda. Para activar esta opción, hay que desplegar la pestaña ver perfil como que se encuentra en la cabecera y seleccionar crear perfil en otro idioma. El usuario debe volver a rellenar todos los campos traducidos.

Comprobar los resultados: la plataforma mide de uno a 100 el impacto de la marca personal comparando las visitas recibidas y el número de interacciones con los de los contactos del usuario y otros perfiles enmarcados en el mismo campo de especialización. Para acceder a las gráficas con las métricas, hay que mantener abierta la página con el perfil de Linkedin y abrir una nueva pestaña con esta URL www.linkedin.com/sales/ssi.

http://economia.elpais.com/economia/2015/12/03/actualidad/1449161393_622868.html?id_externo_rsoc=FB_CM

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